De hadas, brujas y madrastras (I)

Se entiende por bruja o brujo a alguien que practica aquello que se considera brujería. Hasta ahí, todo muy claro. Pero se ha hablado de ello en muchas ocasiones de manera positiva y otras con un carácter extremadamente negativo. Es decir, hay brujas buenas y malas.

Quizá lo primero sería averiguar qué es lo que entendemos por brujería. Yo recuerdo que de niño, considerando el lugar en el que he nacido, en donde existe mucha superstición y misticismo a la vez que mucho caradura; me llevaban a ver a mujeres en barrios humildes que me bañaban en mentol para alejar los malos espíritus que pudiese tener yo colgados como una lapa sobre mis hombros. Lo que pasa es que aquellas mujeres no me parecían en realidad las brujas a las que por otra parte, me tenía habituado Disney y su industriosa fábrica de hacer películas sobre cuentos de hadas infantiles. Cuentos adaptados a los niños de mi generación, que no estaban o estábamos tan protegidos como los niños de hoy en día (como no soy padre no entraré en este debate, ya que seguro que cuando lo sea, seré en extremo protector). Lo que pasa es que esos cuentos estaban hechos para niños de otros tiempos. Estas historias estaban repletas de advertencias subliminales sobre los peligros cotidianos a los que se enfrentaba un niño de la Edad Media, entiéndase peligros como guerras, hambre, violaciones, etcétera.

Bruja Disney... Sin palabras...

Lo curioso de la figura de la bruja en estos cuentos es el hecho de que en muchos de estos cuentos infantiles, esta bruja ejerza el rol de madrastra de los niños protagonistas, ya sea por abandono o por interés. Y más curioso aun es el hecho de que la madrastra a su vez reemplace la figura de la madre. ¿Cómo va a obligar una madre a su marido a abandonar a sus hijos Hansel y Gretel en el bosque para que se mueran de hambre? Pues señores, esto era una práctica habitual en el medievo, de hecho, en el cuento original de Hansel y Gretel, es esto lo que ocurre, sus padres naturales les abandonan porque no tenían para darles de comer y los niños débiles y desnutridos no son una fuerza de trabajo muy efectiva. Obviamente para la mentalidad de la época en que los hermanos Grimm decidieron recopilar las historias tradicionales de las regiones de Europa central, era grotesco que una madre se deshiciera de sus hijos de tal manera, así que se vieron en la necesidad de cambiar la figura materna por la de la malvada madrastra, un terror infantil más acorde a la época. Una época de raciocinio en la que lo más temible eran las fuerzas de lo sobrenatural y sin explicación. Como las brujas.

Ya profundizaré en esto más adelante...