De hadas, brujas y madrastras (II)

Los hermanos Grimm escribieron sus historias con la intención específica de crear un legado lingüístico que identificara a la población de los diferentes países germánicos como una unidad nacional. Su proyecto tuvo gran importancia para Bismarck y todos aquellos que pretendían crear un gran estado alemán. Para esto, los hermanos Grimm se dedicaron a la investigación de la lengua alemana, en sus estudios encontraron que había similitudes entre su alemán y las lenguas del sur de Europa, con esto en mente, se dedujo que estas lenguas tenían un origen ario, Los arios eran un pueblo que habitaba en lo que hoy es Irán y... vamos, por esa zona. De hecho, Jacob Grimm, dentro de su teoría, explica el origen de las lenguas desde un punto de vista genético, deduciendo que la más aria de todas, es por supuesto, el alemán. Todo esto no hubiese sido tan escalofriante si no hubiese sido porque esta idea influenció la doctrina que Hitler y los suyos seguían y que terminó implantando en Alemania con las consecuencias de todos conocidas. En un principio, el buscar la unidad de los pueblos germanos y convertirse en un estado único parecía una buena idea. Vale la pena añadir que todo esto es considerado pseudo-científico actualmente y que Alemania realmente mola, que alguien por ahí se puede confundir.

Estos son los Hermanos Grimm

¿Qué tiene que ver todo esto con los cuentos de hadas? se preguntarán. Pues bastante, porque en base a esto, los hermanos Grimm recorrieron el centro de Europa recopilando historias rurales que hasta entonces se habían transmitido siempre de manera oral de generación en generación. Al recopilar estas historias lo que pretendían era establecer una base cultural común entre los pueblos germanos.

Estos NO son los Hermanos Grimm

Dicho esto, en mi próximo post hablaremos un poco más de cuentos de hadas y brujas.